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De igual forma, los villanos por el momento no son simplemente desalmados por el mal, sino con frecuencia tienen motivaciones y trasfondos complejos que los hacen más intrigantes y comprensibles para el público. Esta humanización de los individuos villanos llevó a una mayor empatía por sus historias y a una apreciación de las diferentes perspectivas morales.
Además, la representación de la diversidad ganó importancia en la evolución de los personajes de la cultura popular. Ahora observamos una mayor pluralidad de personajes de distintas géneros, etnias, orientaciones sexuales y trasfondos socioeconómicos, lo que refleja la verdad pluricultural y pluralista de la sociedad de hoy.
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